Hace muchos años, le oí decir a un viejo catedrático: “… en medicina todo es psicosomático, el resto es veterinaria“. La experiencia me ha demostrado que esta afirmación no puede ser más cierta. Todos los profesionales de la salud mental, estamos de acuerdo en que el ser humano es una unidad indivisible mente-cuerpo, pero en demasiadas ocasiones nos olvidamos de ello.
Cuantas veces ignoramos que la nutrición óptima para la mente, no solo mejora el estado de ánimo, sino que da la energía y motivación suficiente, para realizar cambios en la vida de las personas. Conozco muy pocos psiquiatras y psicoterapeutas, que reconozcan que sus resultados mejorarían, si ayudasen a sus pacientes con un plan de puesta a punto de su bioquímica cerebral (ver “El problema del diagnóstico en salud mental“).
Este hecho ya fue señalado por grandes expertos en el campo de la psiquiatría y nutrición ortomolecular; como los doctores Abraham Hoffer, Patrick Holford y Carl Pfeiffer entre otros. Empezaron a tratar todo tipo de trastornos mentales con grandes dosis de nutrientes, a fin de corregir los desequilibrios de sus neurotransmisores. Su éxito fue enorme, especialmente en pacientes esquizofrénicos y depresivos.
En pacientes que sufren depresión, los desequilibrios bioquímicos más comunes suelen ser los siguientes:
1.- Desequilibrio del azúcar en la sangre (disglucemia)
Tal y como explique en un post anterior, la glucosa es nuestro principal nutriente y fuente de energía, necesitando de su aporte continuo. Cuando como consecuencia de una nutrición inadecuada, los niveles de glucosa no permanecen estables en nuestro organismo, se desencadenan múltiples síntomas, entre los cuales se encuentra la depresión.
Una manera de mantener nuestros niveles de glucosa adecuados, es no dejar pasar más de 5 horas sin comer, y conseguir un aporte suficiente de alimentos sin procesar, que contengan fibras y proteínas.
2.- Deficiencias de nutrientes
En el tratamiento de la depresión hay que tratar dos aspectos de esta: el estado de ánimo bajo, junto con la apatía y falta de motivación. Los nutrientes que se han demostrado más útiles para mejorar el estado de ánimo son: las vitaminas B3, B6, B12 y el ácido fólico, además de los minerales magnesio y cinc, junto con los ácidos grasos esenciales (omega 3 y 6).
3.- Deficiencias de triptófano y tirosina
Sabemos que los aminoácidos son los componentes de las proteínas, y que algunos de ellos se convierten en neurotransmisores, que son los que permiten la comunicación entre neuronas. Hay neurotransmisores cuya función es la de estimular la actividad cerebral, como la adrenalina y noradrenalina, y los hay que se encargan de relajarla, como la serotonina.
Parece comprobado que la falta de ánimo está asociada a la falta de serotonina, mientras que la baja motivación se debe al deficit de adrenalina/noradrenalina. Pero ¿Porqué algunas personas son deficitarias en estas sustancias? La respuesta más probable, es que debido al estilo de vida y al estrés, nuestro cerebro no para de producir serotonina y adrenalina, hasta que llega un momento en que se le agotan las materias primas (también por su falta en la dieta) para seguir fabricando estos neurotransmisores.
LA SEROTONINA MEJORA EL ESTADO DE ÁNIMO
LA ADRENALINA Y NORADRENALINA AUMENTAN LA ENERGÍA Y LA MOTIVACIÓN
Sabemos que la serotonina se sintetiza a partir de un componente de las proteínas, el aminoácido triptófano, que se encuentra especialmente en el pescado, semillas de calabaza, pollo, pavo, almendras, productos lácteos, plátanos y aguacates, entre otros. Como suplemento, se aconseja tomar 100 mg. dos veces al día de 5-HTP (5-hidroxitriptófano), que es un derivado del triptófano cuya composición química se acerca más a la serotonina. Se absorbe mejor con el estomago vacío.
El aminoácido llamado fenilalanina es el precursor de los neurotransmisores adrenalina y noradrenalina, responsables a su vez, de combatir la falta de energía y motivación. Así pues, desde el punto de vista de la nutrición ortomolecular, la administración del aminoácido fenilalanina junto con las vitaminas C, B3, B6, B12 y ácido fólico, y los minerales magnesio, manganeso, cobre, cinc y hierro, serán de gran ayuda para combatir la depresión.
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